Historia de mis esquejes

 

Los esquejes son fragmentos de plantas que se utilizan con el fin de reproducirlas. Mientras hacía los esquejes de mi sauce pensaba... Somos varios esquejes de nosotros mismos.

Una mañana me desperté y ya no tenía que ir a mi trabajo como lo había hecho durante los último 23 años. Fui parte del cierre de línea en una reestructuración global.

Entiendo que cada uno vive esta experiencia de manera diferente. Tuve días de ansiedad, bronca y angustia, pero -a pesar de eso- siempre sentí que me habían hecho un favor. Desde el primer momento me puse a pensar seriamente que quería ser cuando fuera grande y, en honor a mis jóvenes 43 años, sabía que tenía que empezar a mover mi cuerpo, mi mente y mi energía en consecuencia.

Fui a un bar que me encanta y pedí un cappuccino y una medialuna tibia. Papel y lápiz en mano, empecé a escribir las cosas me gusta hacer. Me pregunté también que haría aún sin que me pagaran, sólo por el placer de hacerlo. La primera respuesta fue: ayudar a los demás a sentirse mejor. Pulí al máximo ese pensamiento y la última versión fue:

“Voy a acompañar a las personas a vivir una vida plena y voy a ganar dinero haciéndolo”

Comencé a juntarme con gente que me brindara su buena energía. Busqué información sobre escuelas de coaching en todo el mundo y gracias a un libro que llegó a mis manos (uno siempre tiene ángeles alrededor) me contacté con Eric Maisel, referente de coaching creativo a nivel internacional y comencé mi entrenamiento con él. Es conveniente invertir en capacitación. Así fue como me reencontré con el placer que me hace sentir la lectura, con la maravillosa aventura de escribir y con mi -algo oxidado- idioma inglés.

Un día me levanté y era otra, yo misma renovada, con ideas novicias, enraizando desde otro lugar. Ese día dejé asomar mi incipiente interior florecido. Eso sí, con mi esencia intacta. Valorándome. Sin pedir permiso, ni favores. Erguida, sonriente, empática, divertida, amorosa. De pie.

Estar mental y emocionalmente disponibles para descubrir una oportunidad donde no parece haberla nos brinda la inmensa posibilidad de encontrar algo maravilloso e inesperado. Ojalá mi historia sume valor a aquellos que están buscando su propósito.

                                               Con mucho amor,

                          Nati Font